Las reformas que están siendo aprobadas por Morena generan preocupación, debido a las posibles afectaciones a las libertades de los ciudadanos. Estas reformas incluyen modificaciones en materia de seguridad pública, libertad de expresión, telecomunicaciones y en puerta, otra reforma electoral que acabará con el INE. Estas reformas, en su conjunto, han generado debates sobre el equilibrio entre seguridad, justicia y libertad, y sobre la protección de los derechos humanos.
Es evidente la intención de coartar libertades. Vea: Consiguieron mayoría absoluta en el Congreso, violando la ley. Así, reforman la Constitución a su antojo; compraron traidores para aprobar reformas. De este modo, desaparecieron órganos que vigilaban y limitaban el poder. Con una patraña de elección, se apoderaron del Poder Judicial. Ahora amordazarán, no solo a la prensa sino a la sociedad. Quieren que la Guardia Nacional pueda intervenir llamadas sin orden judicial, rastrear tu ubicación en tiempo real, y hasta leer tus mensajes. ¿Hay dudas de que es un arma clarísima de persecución y represión?
La aprobación de la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión en el Senado ha generado críticas y preocupaciones sobre sus implicaciones para la libertad de expresión y la privacidad de los mexicanos.
Tanto que, hasta el Cardenal de Guadalajara, calificó esta reforma como un paso grave al autoritarismo: “Atenta contra las libertades fundamentales al otorgar al gobierno facultades excesivas para controlar las comunicaciones. Este tipo de decisiones están más enfocadas en la búsqueda de permanecer en el poder que en resolver los problemas del país. Ya desmantelaron todo aquello que nos caracterizaba como un pueblo que quería ser demócrata”, afirmó el cardenal.
Otro cambio es la eliminación del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), reemplazado por la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT) dependiente del Ejecutivo.
Esta ley permite al gobierno acceder a la geolocalización de ciudadanos sin orden judicial, lo que representa un riesgo para la privacidad, especialmente para activistas, periodistas y defensores de derechos humanos. Las facultades prácticamente ilimitadas de la ATDT podrían derivar en decisiones discrecionales, afectando la estabilidad del sector. La Asociación Mexicana del Derecho a la Información (Amedi) señaló que esta “superagencia” amenaza el ecosistema digital del país al concentrar poder sin mecanismos de supervisión autónomos.
Se insiste, no se trata de estar en contra de la 4T, solo por llevar la contraria, no. Pero hay que analizar profundamente el camino hacia donde nos están conduciendo, pues pareciera que el objetivo es coartar libertades y derechos.
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