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EDITORIAL

Este año 2025 es muy especial para Veracruz, ya que es un año electoral, en el cual se elegirán, el primer domingo de junio, autoridades municipales: 212 Presidencias Municipales, un número igual de sindicaturas, y 630 regidurías en todo el estado.

 

Luego del avasallante triunfo de Morena en las pasadas elecciones, la marca se posiciona como la favorita. Por ello, todos quieren formar parte del proyecto que se nutre de tiradores, que vimos en otros partidos, traidores y arribistas. La fila es tan larga que da vuelta a la esquina. Todos se dicen morenistas de corazón y aliados.

 

En varios casos, la ingenuidad y la ambición es la carta de presentación que, la mayoría de los más de diez aspirantes, lucen en su currículum. Otros pocos, sí son verdaderos proyectos serios. Pero en ambos casos deberán sujetarse a las reglas internas de selección de candidatos. La mayoría no llegarán ni a la encuesta. Bueno, llámese así a ese dedazo disfrazado de encuesta.

 

Desde la ciudadanía, toda la atención está fijada en Morena. Que si es buena, que si es malo, que si sí, que si no; que de dónde salió, que quién es ese, que si la hemos visto en diversos partidos, etc. Han acaparado la atención, positiva o negativamente, pero todos hablan de ello.

 

Contrario a la oposición que está empantanada en un letargo agonizante. Pareciera que los partidos de oposición, PAN y PRI, no figuran en el escenario político municipal. Sus dirigencias, si presencia, sin capacidad de convocatoria y sin intención de figurar en este importante proceso.

 

Es donde la ciudadanía, juega un papel importante. Cierto que la votación ha favorecido a morena debido a los programas sociales, a la maquinaria de estado y al doctrinaje. Pero los números registran un 60% del padrón electoral que ha permanecido pasivo. Ahí es donde pudiera haber un sesgo.

 

Sobre todo, en el caso de que, aprovechándose de esa sumisión, se imponga a personajes oscuros de dudosa procedencia, prestigio o trayectoria. Gente totalmente ajena a Coatepec que solo por vivir en el territorio, pretenden ser.

 

¿Qué pasaría si a los más de diez formados, con toda su militancia, trabajo partidista, lealtades, disposición y entrega; los ignoraran? La lectura es que se quedarían humillantemente callados y acataría lo que se les imponga. ¿O no?

 

¿Se manifestarían en contra de las decisiones de su partido? ¿Agacharían la cabeza y trabajaría a favor de quien ni siquiera conocen? ¿O mostrarían un poco de dignidad y de honor?  “Por amor a Coatepec”… Ya veremos…




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