El lunes 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud, fecha establecida por la ONU desde 1999, para destacar la importancia de los jóvenes como agentes de cambio y cómo los líderes de hoy y de mañana.
La conciencia social de los jóvenes sobre los problemas relacionadas con el medio ambiente, la justicia social, el modelo económico actual y la situación política, pueden ser el motor de cambio que necesita el mundo para poder mejorar la situación para ellos mismos y para las generaciones que vengan después.
Los jóvenes menores de 30 años representan, aproximadamente, la mitad de la población mundial, y en México se estima que en 2023 eran 30 millones de jóvenes de entre los 18 y los 29 años, los cuales constituyen casi la cuarta parte de la población. Entre estos jóvenes, poco más de la mitad son mujeres.
Los jóvenes mexicanos son ahora la generación más educada en la historia, los mexicanos de 20 a 29 años de edad presentan el grado de educación promedio más alto, con 11.4 años de escolaridad (equivalente al segundo grado de preparatoria), sobrepasando por varios años la escolaridad de los padres y abuelos.
Tanto en Coatepec como en el país, los jóvenes presentan retos y desafíos, en una sociedad dinámica y acelerada. Son la generación más cercana a la tecnología, pero son presa fácil de conductas impuestas. Son fáciles de manipular. La falta de atención institucional genera problemas diversos como embarazos en adolescentes, drogas, abandono o incursión en la delincuencia organizada. Un programa social no es la respuesta y no basta para potenciar el futuro de la juventud.
Abundan los prejuicios y las etiquetas en contra de la gente joven, ya que una gran proporción de la población piensa que la mayoría de los jóvenes son irresponsables, lo que en conjunto con etiquetarlos como la “generación de cristal” o “los ninis”, “chairos” o “fifís”, refuerza la discriminación y dificulta su acceso a las oportunidades.
Temas como el cambio climático y la degradación ambiental, están creando un futuro incierto, donde los jóvenes están heredando un planeta en peligro, sin las herramientas o el apoyo necesarios de los gobiernos para remediar los problemas que enfrentan. Los institutos de la juventud brillan por su ausencia.
Sin embargo, no todo es desesperanza. La misma generación que enfrenta estos desafíos también es increíblemente resiliente y creativa. En todo el mundo, los jóvenes están alzando la voz, organizándose y trabajando juntos para encontrar soluciones innovadoras a los problemas de su tiempo.
Ya sea a través de movimientos sociales, innovaciones tecnológicas, redes sociales o a través del liderazgo en sus comunidades, los jóvenes no están simplemente aceptando el futuro que les está tocando vivir. Están luchando por un futuro mejor, un futuro que esté a la altura de su potencial y sus esperanzas. Y requieren apoyo.
La tarea para gobiernos, maestros y líderes de la sociedad, es reconocer este potencial y trabajar de la mano con los jóvenes para crear un mundo donde puedan prosperar y desarrollarse de cara al progreso, en un marco de paz y seguridad. Reconozcamos sus potencialidades y capacidades… Feliz Día de la Juventud…
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