top of page

EDITORIAL

Hace unos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS), determinó que la pandemia ha terminado; sin embargo, esto no debe confundirse, pues casos de COVID-19 sigue habiendo, aunque ya no en la cantidad alarmante como para llamarle pandemia.


Sin duda, el COVID-19 modificó la vida y la manera de desenvolvernos cotidianamente. Los efectos colaterales, derivados de vivir en pandemia, se manifiestan de diversas formas, generado una alerta sanitaria con diversos impactos, sobre todo en lo que respecta a la salud emocional de muchas personas.


En México, una gran parte de la población ha experimentado algún efecto en su salud, lo cual se manifiesta desde pequeñas muestras de ansiedad y miedo, hasta enfermedades mentales más profundas. Además, la situación actual se combina con las crecientes preocupaciones que se ya se tenían previamente, de acuerdo con los diversos contextos y problemáticas particulares.


En su informe, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) expone que los trastornos de ansiedad aumentaron con la pandemia y son los más comunes en la población mexicana, sobre todo, se observa en las personas que se encuentran preocupadas todo el tiempo por distintas razones.


También se han incrementado los trastornos afectivos y los relacionados con situaciones estresantes, en particular estrés postraumático y de tipo agudo. Ante ello, el IMSS informa que los principales cambios que se experimentan, cuando existe un trastorno mental, son: irritabilidad, cambios de humor frecuentes, insomnio o, por el contrario, tener mucho sueño y fatiga; también, dejar de comer o hacerlo en exceso. Esos son datos que indican que algo no está bien con las emociones.


Se ha incrementado la depresión y la ansiedad, sobre todo en los jóvenes. Es uno de los problemas que se presentan actualmente. Los efectos emocionales en los jóvenes son: el enojo, se alteran fácilmente, se desesperan, hay ataques de furia, de rabia, de ansiedad. Por otra parte, también tienen miedo de lo que les espera, de sí podrán estudiar, si van a pasar sus clases, si no hay los medios y apoyos necesarios. Esto les genera incertidumbre.


Este tema lo ha detectado el IMSS, pero en muchos casos se niega. No se acepta que la pandemia dejó secuelas. Sin embargo, es innegable que muchos jóvenes y adultos, presentan problema de depresión, ansiedad o estrés.


Lo recomendable, como en otros padecimientos, es aceptarlo y buscar ayuda profesional. Es mejor tratarse a tiempo y no dejar que estos padecimientos crezcan y se conviertan en alguna tragedia.


En este contexto, es importante destacar la labor de un importante profesionista, que es rechazado pero que en realidad es el indicado para atender este tipo de problemas: el Psicólogo o Psicóloga.


En el marco de la celebración de su día, que es el 20 de mayo, le hacemos un reconocimiento y destacamos su importante labor. ¡Felicidades! Hay que tener en cuenta que una asesoría psicológica no significa tener un problema mental.


ree

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


    bottom of page