Este domingo 20 de noviembre, estaremos celebrando el 112° Aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, acontecimiento social que acabó con la dictadura de Porfirio Díaz y se consolidó con las ideas revolucionarias plasmadas en la Constitución de 1917.
La Revolución Mexicana se inició el 20 de noviembre de 1910. Este fue un levantamiento contra el entonces presidente Porfirio Díaz y estuvo encabezado por Francisco I. Madero. El objetivo inicial era luchar contra el orden establecido pero a medida que transcurrió el tiempo se transformó en una guerra civil.
Actualmente celebramos la Revolución Mexicana con un desfile deportivo en el que participan instituciones de educación básica, así como escuelas de ballet, gimnasios deportivos, atletas y diferentes expresiones que tienen que ver con el deporte y la salud. Sin embargo, debido a la pandemia, ya que apenas este ciclo escolar hay clases presenciales, la mayoría de las escuelas no cuentan con bandas de guerra preparadas para estas actividades. Pero hacen lo que pueden.
A lo largo de los años, mucha gente todavía se pregunta la razón por la que se festeja la revolución con un desfile deportivo. La razón en la que se basó esta decisión fue la intención de olvidar de una vez por todas las diferencias. Bajarse del caballo y tirar las armas para llegar a un momento de reconciliación. Para ello era necesario dejar de celebrar la revolución con militares, soldados y todo aquello que recordara guerra. Así, en 1928 se llevó a cabo el primer acto deportivo que consistió en una carrera de relevos para celebrar la gesta de 1910.
El desfile como acto conmemorativo se realizó por primera vez en 1930, pero fue hasta 1936 cuando el Senado de la República aprobó el decreto que convirtió por fin, al 20 de noviembre en fiesta nacional y oficialmente el desfile deportivo. El acuerdo fue: "al conmemorarse este acontecimiento con un desfile deportivo, se refleja la voluntad pacifista y conciliadora de nuestro pueblo". Usualmente, el presidente de la república no participaba en este festejo, fue hasta 1941, con Manuel Ávila Camacho que se formalizó la asistencia del primer mandatario. Se trataba de celebrar la fecha del 20 de noviembre con elementos alejados de la rebelión y sus héroes, sin desestimar su importancia histórica.
En los festejos del 20 de noviembre y el desfile deportivo, se instauró también el Premio Nacional del Deporte, que desde 1975 se ha entregado ininterrumpidamente a deportistas de excelencia de diferentes disciplinas. Condecoración entregada cada año por el gobierno federal mexicano por medio de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE).
Es común también, al menos hasta antes de la suspensión por pandemia, la participación del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja, diferentes unidades de los grupos de emergencia y rescate locales, motociclistas, cazadores, automovilistas, asociaciones de charrería, entre otras organizaciones de la sociedad civil.
Sea como fuere, el desfile del 20 de noviembre ha trascendido hasta nuestros días, uniendo el pasado con el presente. Ha tenido la capacidad de sobreponerse a situaciones políticas y sociales y ha sido un escaparate para promover los valores deportivos y de salud nacionales.
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