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CONCIENCIA Y SALUD Por Karuna Seva A.C.

ENTUSIASMO Y APATÍA: CÓMO MANTENERNOS SIEMPRE EN BIENESTAR.

¿Alguna vez te has sentido lleno de motivación, con ganas de iniciar cosas nuevas, de renovarte y cambiar los hábitos que ya no te ayudan a mejorar como personas, y en unos días o incluso en horas pierdes esa motivación, te desanimas y pierdes el entusiasmo? ¿Cómo podemos tener verdadero entusiasmo y que sea duradero?


En el transcurso de la vida todos atravesamos momentos de brillo y de sombra: épocas en las que nos sentimos llenos de entusiasmo y motivación, y otras en las que la apatía y el desinterés parecen dominarnos. Comprender estas dinámicas internas es fundamental para cultivar un equilibrio saludable y encontrar un sentido más profundo en nuestra existencia.


Desde la psicología, esto se explica como una combinación de factores internos y externos: agotamiento mental, exceso de estrés, rutinas poco significativas o expectativas que no se cumplen. Cuando la mente entra en este estado, surge el llamado “agotamiento emocional”, un fenómeno que nos desconecta de nuestras metas y de la alegría de vivir.


Los psicólogos señalan que el entusiasmo se sostiene con tres pilares:

* Sentido de propósito (saber para qué hacemos lo que hacemos).

* Conexión social (sentir apoyo y pertenencia).

* Autocuidado físico y mental (descanso, ejercicio, alimentación adecuada).


En el polo opuesto está la apatía, definida como la falta de interés, motivación y energía para iniciar o sostener actividades. A nivel clínico puede estar relacionada con estados depresivos, ansiedad o burnout. Pero, en un sentido cotidiano, muchas veces la apatía surge cuando:

* Nos desconectamos de lo que consideramos significativo.

* Caemos en la rutina automática.

* Nos sentimos abrumados por problemas sin solución inmediata.


Sin embargo, hay una raíz más profunda que debemos tomar en cuenta al hablar sobre entusiasmo, y es cómo este se vincula a nuestro sentido de vida y a la importancia de una conexión espiritual y una claridad de nuestro propósito en esta vida. En la Bhagavad-gītā (2.47), se nos recuerda que nuestro deber es actuar con determinación, sin apegarnos a los frutos inmediatos: cuando actuamos con desapego y servicio, la motivación se vuelve más estable y duradera.


En el Upadeśāmṛta (verso 3), se enseña que el entusiasmo constante, el esforzarnos con confianza y el ser pacientes son pilares para avanzar en cualquier sendero, tanto material como espiritual. Utsāha, el entusiasmo, es uno de los seis principios esenciales para avanzar en la vida espiritual. Pero este entusiasmo no depende solo de logros externos, sino de cultivar un estado interno de servicio, gratitud y recordación constante de nuestro propósito de vida, más allá de este cuerpo e identidad.


Desde este punto de vista, la pérdida de motivación no es únicamente un “problema psicológico”, sino una invitación a reorientar nuestra energía hacia lo esencial. Así como el fuego se reaviva con leña fresca, nuestra motivación se fortalece cuando renovamos nuestro propósito interior y recordamos que la vida no se reduce a producir o cumplir metas externas, sino a cultivar conciencia, relaciones significativas y servicio desinteresado. El verdadero entusiasmo nace de un corazón conectado con lo trascendental.


Si te interesan estos temas, no te pierdas nuestras columnas. También te invitamos a que conozcas nuestro centro de meditación, donde podremos juntos aprender sobre la conciencia y el bienestar. Visítanos en 16 de septiembre #119, esquina con Andrea. Coatepec, Veracruz.

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