

7 de junio.- Día de la Libertad de Expresión en México
Esta fecha fue instaurada en 1951 por el entonces presidente Miguel Alemán Valdés y editores de periódicos, con el objetivo de destacar...
En la anterior aparición de esta columna, hemos hablado sobre la estrategia del Pensamiento complejo, como una alternativa para el análisis, y la posible resolución, de los grandes problemas que se presentan hoy ante la humanidad.
Este enfoque del pensamiento surge durante los años 50’ del siglo XX, y se ha sustentado, principalmente, en las ideas del sociólogo francés Edgar Morin (1921…), como ya hemos dicho, ante la complejidad de los problemas ambientales y sociales que se han generado en las últimas décadas –tales como el calentamiento global del planeta, la sobrepoblación, o la dependencia de energías contaminantes- y también debido a que, paradójicamente, el avance de las ciencias, en su especialización, ha profundizado en el estudio de aspectos muy particulares de la realidad, perdiendo de vista las complejas interacciones que constituyen esta realidad y afectan al surgimiento y el desarrollo de estos grandes problemas. En síntesis, Morin propone “comprender la complejidad de la vida”, a través de una metodología holística, o sea, integral.
Las disciplinas científicas actuales son diversas, y cada una se caracteriza por enfocarse en una parte del universo –de mayor o menor extensión-, a la que llamamos su objeto de estudio, y por poseer una metodología de investigación adecuada a dicho objeto; es muy distinta la investigación de objetos teóricos, tan dispares como insectos, compuestos orgánicos, fenómenos sociales o una galaxia. Procediendo así, las ciencias pueden acercarnos a un conocimiento preciso, a través de los diferentes componentes de la realidad; pero, para realizar esto, necesariamente se tiene que particularizar en el objeto de estudio y, frecuentemente, aislarlo del resto del universo del que forma parte.
Ante esta situación, no podríamos, por tomar un ejemplo, comprender cabalmente las causas del aceleramiento del cambio climático y sus efectos a mediano plazo, sin tomar en cuenta aspectos, no sólo climatológicos, también ecológicos, sociales, culturales y económicos.
Por ello, actualmente, muchos investigadores tratan de integrar grupos interdisciplinarios, donde el estudio de la realidad no se considera ya como un objeto, sino como una realidad compleja, en la cual, el propio grupo de investigación es también una “parte del rompecabezas”.
Podemos afirmar que, ante la necesidad de resolver los problemas apremiantes de la realidad, surge ahora mismo un nuevo paradigma de investigación: el del pensamiento complejo.
Sin más por el momento, les deseo un buen fin de semana.
Valente Salazar Díaz
Colaborador
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