Ite, missa estMirna Luna18 ene1 Min. de lecturaYo adoro a una sonámbula con alma de Eloísa,virgen como la nieve y honda como la mar;su espíritu es la hostia de mi amorosa misa,y alzo al son de una dulce lira crepuscular. Ojos de evocadora, gesto de profetisa,en ella hay la sagrada frecuencia del altar;su risa es la sonrisa suave de Monna Lisa,sus labios son los únicos labios para besar. Y he de besarla un día con rojo beso ardiente;apoyada en mi brazo como convaleciente,me mirará asombrada con íntimo pavor; a enamorada esfinge quedará estupefacta,apagaré la llama de la vestal intacta,¡y la faunesa antigua me rugirá de amor! Rubén DaríoPoeta nicaragüensenacido el 18 de enero de 1867
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