EDITORIAL

Luego de una corta campaña política, de tan solo un mes, se llega el día de la elección de presidentes municipales. Este domingo 1 de junio, desde las 8 de la mañana, se desarrolla la jornada electoral, en la que los ciudadanos, deben cumplir con su derecho, que debería ser obligación, de votar para elegir al próximo alcalde que gobernará los siguientes cuatro años, a partir del 1 de enero de 2026.

Cada uno de los cinco candidatos tuvo la oportunidad, durante ese periodo, de dar a conocer sus propuestas y proyectos, que lo posicionarían como el preferido para ganar la elección. Mucho esfuerzo, dedicación y compromiso se mostraron en este periodo de recorridos, reuniones, acercamientos y eventos para ganarse el voto.

Dos cosas fundamentales marcan la diferencia en el impacto y aceptación. La inevitable mercantilización de las elecciones es un elemento que, sin duda, está presente en el convencimiento de la gente. Los recursos que permiten regalos, apoyos, dádivas, compra de conciencias y de medios; marcan la diferencia. Las propuestas, por interesantes y viables que sean, para mejorar Coatepec, pasan a segundo término. La gente se inclina por los beneficios que obtiene. Y ahí es donde juegan un papel fundamental los beneficiarios de los programas sociales, quienes, por miedo de perder ese beneficio, se convierten en votos clientelares.

Por otro lado, el proyecto oficialista, es decir, la marca en el poder, lleva la ventaja. El apoyo gubernamental, la falta de fiscalización, de permitir dispendios a sus candidatos sin sanciones por gastos excesivos, de mover la maquinaria burocrática del estado y meterle recursos, marca la otra diferencia

Viéndolo desde ese punto de vista, se podría decir que los resultados ya están definidos. El oficialismo no puede darse el lujo de perder las cabeceras distritales.

Sin embargo, sabiendo que la política no es ciencia exacta y que la naturaleza humana es impredecible, podría cambiar el panorama. Cosa que se ve difícil por el adoctrinamiento exacerbado de las huestes cuatroteístas. Pero todo puede pasar.

Esta elección, estuvo plagada de traiciones de “líderes” o militantes de otros partidos, que al verse frustrados se arriman donde les conviene. La característica fue la guerra sucia por acomplejados que lucieron su falta de dignidad; por un lado, se esconden en perfiles falsos, y por el otro lucen fotos con quien les ofrece migajas.

Pero a pesar de todo esto, es muy importante salir a votar. Participar de esta justa “democrática”, nos dicen que el voto cuenta y se respeta. Los partidos dicen tener completa su estructura electoral que les cuidará las casillas y la cadena de custodia. Esperemos que realmente se respete la voluntad popular, que sean elecciones limpias, que no haya fraude electoral y que gane el mejor proyecto para Coatepec.