

1 de junio.- Día de la Marina Nacional
Fecha que conmemora al sector marítimo nacional y reconoce la labor de los marinos y todos aquellos que trabajan en el mar. Conmemora el...
Estamos a casi tres semanas del proceso electoral en el que votaremos, o decidiremos, por el próximo presidente municipal que gobernará cuatro años Coatepec. Por ello es importante reflexionar profundamente sobre esta decisión.
Todos los días tomamos decisiones, pero saber por quién votar en las próximas elecciones municipales, no es una cuestión menor y por ello tenemos que estar bien informados y ser capaces de analizar la información de manera objetiva.
Si bien muchos ya han determinado cuál de los candidatos a la presidencia municipal es el favorito, aún existe un número importante de electores indecisos. Diversos factores como las alianzas, el oficialismo, el contubernio de facto o la maquinaria gubernamental, generan un clima electoral en el que pareciera que la decisión está tomada. Bajo estas circunstancias se complica la decisión, sobre todo porque existe un sesgo, infundado, generado por los programas sociales y el miedo a perder los beneficios. Eso hace que la marca oficial pese mucho. Pero eso es muy diferente a la imagen, capacidad, prestigio y perfil del candidato.
Analicemos diversos factores. Para empezar, esta administración ha carecido de orden financiero y existen graves daños que se verán reflejados en el último año que casi concluye. Una comisión de Hacienda que dejó pasar todo, sin tener la menor idea de la importancia de la fiscalización. El predial lo capta SEFIPLAN por órdenes del ex secretario de gobierno, que ha mandado en Coatepec, y por la aprobación de un cabildo omiso. Violando la Ley de Ingresos y el 115 constitucional.
Aplicación de recursos innecesarios como el andador Matías Rebolledo o el parque de los Voladores; además de desvío discrecional de recursos y un amañado manejo de la basura a través de una empresa que desvía millones mensuales. Festivales de negritud, pistas de hielo y otros gastos discrecionales a cargo de la tesorería municipal. Ya el tema de que quitaron la feria del café, pasa a segundo término. El cochinero en que esta administración tiene el centro de la ciudad con una desmedida invasión de vendedores ambulantes, ya ni se diga.
Por lo tanto, habría que preguntarse antes de votar, o, mejor dicho, para emitir un voto correcto que beneficia a la sociedad coatepecana: ¿Quién de los candidatos, de ganar, le cubriría los malos manejos a Raymundo? ¿Quién sería tapadera por intereses, compromisos u obligación? o ¿Quién exigiría cuentas claras?
Coatepec recibe alrededor de trecientos millones de pesos anuales de presupuesto federal. ¿Acaso las obras realizadas, justifican que se hayan gastado mil doscientos millones de pesos en cuatro años?
La decisión de no votar por un candidato "tapadera" es una expresión de protesta y un ejercicio del derecho a la libre elección. No votar por un candidato "tapadera" es una forma de expresar inconformidad por un candidato cómplice. Es un ejercicio legítimo de autonomía. Además, es mostrar desacuerdo por los resultados de una administración municipal insensible, indiferente e ineficiente.
Comments