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CONCIENCIA Y SALUD Por KARUNA SEVA A.C.

Mas allá de las apariencias.

¿Alguna vez has sentido que, aunque todo pareciera que tienes todo materialmente, algo dentro de ti sigue buscando algo más?

Esa sensación de vacío incluso en medio de logros,relaciones o comodidades es un recordatorio de que la vida que percibimos con los sentidos no es toda la realidad. Existe dentro de nosotros una conciencia que siempre busca mejorar y evolucionar internamente.

En la filosofía védica existe una palabra para descubrir a la energía materia,l que es una parte de nuestro mundo, pero no lo es todo, es descrita como una ilusión que nos hace olvidar nuestra verdadera esencia y este termino se conoce como maya o energía ilusoria.

Māyā literalmente significa engaño o mentira, se describe como una energía que nos hace confundir lo temporal con lo eterno. Es como un velo que cubre los ojos del alma, haciéndonos creer que somos únicamente este cuerpo, este nombre, esta historia. Nos identificamos con roles “soy madre”, “soy estudiante”, “soy exitoso”, “soy fracasado” etc., y olvidamos que somos algo mucho más profundo: una chispa de conciencia, un alma.

En la vida cotidiana, Māyā se manifiesta de formas muy sutiles. Aparece cuando creemos que nuestra valía depende de lo que otros piensen de nosotros, cuando competimos por tener más, o cuando basamos nuestra felicidad en cosas externas: un nuevo teléfono, una pareja ideal, el reconocimiento de los demás. Durante un momento, eso parece darnos sentido hasta que la sensación se desvanece, y volvemos a buscar algo más. Ese ciclo interminable es la huella de Māyā actuando.

También se expresa en el miedo a perder lo que tenemos o en la constante comparación con otros. Nos identificamos tanto con nuestras circunstancias que sufrimos cuando cambian, sin comprender que todo lo material la juventud, el dinero, los vínculos, incluso el cuerpo está destinado a transformarse. Lo que realmente somos, sin embargo, permanece intacto la conciencia interna.

Los textos védicos explican que Māyā no es un castigo, sino una escuela. A través de las experiencias del mundo material aprendemos, poco a poco, a distinguir lo esencial de lo pasajero. La vida nos ofrece oportunidades para despertar: cuando algo que creíamos indispensable se pierde y descubrimos que seguimos vivos; cuando la mente se cansa de buscar fuera y empieza a mirar hacia dentro.

El camino del Bhakti Yoga enseña que podemos trascender Māyā no huyendo del mundo, sino transformando nuestra relación con él. Cuando actuamos con conciencia, gratitud y propósito, lo material deja de dominarnos y se vuelve un instrumento para crecer espiritualmente. No se trata de renunciar a la vida, sino de vivirla con lucidez, recordando que no somos lo que poseemos ni lo que aparentamos, sino el ser que siente, observa y ama.

Hoy te invito a mirar con atención tu propia realidad. ¿Cuántas de tus preocupaciones nacen de identificaciones temporales? ¿Qué pasaría si te vieras más allá de tus etiquetas, tus logros o tus miedos?

Quizás descubrirías que, detrás del velo de Māyā, hay una claridad profunda que siempre estuvo ahí, esperando a ser reconocida.

Si te interesan estos temas y te gustaría profundizar sobre la vida y la conciencia puedes contactarnos, nos ubicamos en 16 de septiembre esquina con Andrea #119. Nos encuentras en Instagram como karuna Seva y en Facebook como alimento para la vida. También te invitamos todos los viernes de 1 a 3 de la tarde a nuestro comedor comunitario gratuito en la misma dirección, ¡visítanos!

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