El insoportable tráfico en Coatepec
Para analizar esta intervención y entonces cavilar, e invadiendo un poco el espacio que nuestro especialista lleva, quiero ayudarnos a entender, a cavilar, cómo una ciudad de casi 100 mil habitantes y más de 30 mil vehículos registrados, sumando los que vienen de paso de otros municipios, tiene tan graves problemas viales, por qué nuestras autoridades del ramo miran complacientes el caos y no hacen nada al respecto.
Desde hace varios años, en Coatepec hay una serie de vicios que afectan la movilidad de las personas que habitamos en este municipio, para comenzar vemos autoridades ausentes, no hay presencia del cuerpo de Tránsito del Estado, quizás sean pocos o tienen instrucciones de no influir positivamente en la vialidad, el Alcalde es en esencia una figura meramente anecdótica, no atiende ningún tema de sus obligaciones, entre ellas las relativas a la movilidad y la seguridad vial, el regidor del ramo tampoco se involucra, su indolencia es patente.
Las autoridades religiosas se muestran condescendientes ante la problemática, no reflexionan desde su santidad por el bienestar común, les preocupa más que los feligreses agolpen las calles, las invadan y colapsen, no he escuchado a los comerciantes pronunciarse al respecto, supongo que estarán interesados en que exista un orden vial para que los locales y los que vienen de fuera acudan a sus negocios a consumir o quizás no les interesa el progreso de sus empresas.
El mismo pueblo está expectante, poco o nada se pronuncia, mira, padece y pita desesperado en las calles aletargadas, con carga vehicular importante a vuelta de rueda. Ayudándoles a despertar, les comparto la siguiente queja/cavilación, el pasado día domingo 8 de septiembre, entre lluvia, calles cerradas recientemente reparadas, se tuvo la puntada de cerrar una vez más el centro, con el fin de que los feligreses disfruten de su derecho a creer en lo que gusten, pero afectando el derecho de los demás, el resto de la población a moverse ágil, fluida y seguramente en la vía pública.
Esta cavilación la hago para las autoridades, para los líderes religiosos, para usted y para mi, espero que logren percibir mi inquietud y demanda, que actúen en consecuencia, sino en esta administración municipal, en la que viene, estoy harto de no poder ir a donde necesito cada fin de semana, tiempo que utilizo para descansar de una semana cargada de actividades.
Voy a fundamentar mi queja y demanda en la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado 17 de mayo del año 2022, que es de orden público, dirigida a las tres instancias de gobierno.
Para comenzar, quiero comentarle que según el artículo 9 de esta Ley, la movilidad y la seguridad vial es un derecho humano y que el trabajo de las autoridades respectivas es garantizar que este derecho se observe plenamente. Cada cierre de calles o vialidades, sin realizar el estudio de factibilidad correspondiente, es un atropello a nuestros derechos.
El artículo 15 nos habla de la eficiencia en los desplazamientos y la seguridad de estos, una vez más, indica que es obligación de las autoridades competentes garantizar los desplazamientos ágiles y seguros. En vez de eso, realizan carreras, eventos culturales, religiosos y políticos en la calle, que no es para eso, es para que podamos movernos y atender nuestras necesidades humanas.
Por otra parte, el artículo 31, describe la planeación y programación de programas, mecanismos y planes para la movilidad y la seguridad vial, estos deben promover medidas que satisfagan las necesidades de la población para moverse con agilidad y seguridad, analizar y actuar en consecuencia en contra de la contaminación y la emisión de ruidos. En vez de eso se cierran calles para que el Palacio municipal quede aislado del flujo vehicular, mandando la carga de tráfico hacia otro lado.
En el artículo 34 se habla del diseño de la red vial, que debe contemplar priorizar la movilidad y la seguridad vial, basado en el disfrute al derecho de la movilidad y la jerarquía de paso, explicada en el artículo 6 de esta Ley. No disfruto de la movilidad en mi ciudad, apuesto que muchísimos más ciudadanos coatepecanos padecen en vez de disfrutar
Artículo 41, relativo a los estudios técnicos de movilidad y seguridad vial, en estos se comenta qué características debe tener la red vial, los dispositivos pare el control del tránsito y la infraestructura vial, basada obviamente en la jerarquía de paso. Nadie hace esos estudios, pese a que están obligados por esta Ley a hacerlos por el bien de todos.
El artículo 58 y en el que deseo hacer patente mi queja e inconformidad, dice que es obligación de la federación, las entidades federativas y los municipios realizar estudios de impacto vial, y movilidad ante obras públicas o privadas y prevenir los efectos negativos que las actividades o eventos privados o públicos que afecten la calidad de vida de los ciudadanos, su accesibilidad y la eficiencia en su movilidad. Exijo con base en mi derecho humano a la movilidad y la seguridad vial, que Tránsito del Estado, El Alcalde y el regidor del ramo se involucren en analizar obligados por la normatividad, que las obras, eventos o actos públicos o privados que lleven a cabo, no causen efectos negativos en la ciudadanía, y si los tienen, que se ataquen esos efectos, es su obligación atenderlo, ver opciones, alternativas o de plano cancelar, suspender esos eventos.
Carambas, ¿Si tienes obras al mismo tiempo, en varias calles estratégicas de la ciudad, vas a hacer el festival de San Jerónimo en la vía pública? ¿Vas a mandar el camión recolector de basura, en los horarios de entrada o salida de los niños a las escuelas? ¿Vas a seguir autorizando cierre de calles por fiestas, celebraciones religiosas beneficiando a unos pocos, sin pensar en las necesidades de los demás, perjudicando a la mayoría?
Le invito a reflexionar sobre este tema, no es cualquier cosa, es un asunto serio, venga, vamos a cavilar y a buscar soluciones, no es por mi, es por todos.
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