Cafeteando

Por JC Krausse

Gemelos

–Lara, Lara, Lara, Lara. Lara –, tararea el presidente requetecontento, en palacio Nacional. –¡Choco, Choco, Choco! –, se escucha en las oficinas de su morada. –––Dígame, ¿para qué soy bueno?, a sus órdenes mi jechu–, contesta el fiel asesor de Nacajuca. –Pue, para decirte que nos fue requetebién en la Argentina: apoyé a Massa, pero también a mi clon loco, Milei; es más, somos requeteparecidos, somos ultra conservadores; yo soy un macho alfa y él también; soy machista y él, pue’ también; insultamos a la prensa, no nos gusta la crítica, somos autoritarios, centralistas, dogmáticos, sectarios y nos une el golpista misógino gringo; amamos al loco Trump. La única diferencia es yo quiero al beis, beis, beis, y él al fútbol. O sea, ¡somos gemelos!, he dicho–, esboza Andrés Manuel Milei, de Macuspana. –Es correcto, todos los analistas del mundo mundial, coinciden que son dos en uno, o sea, uno mismo. Lo bueno que los che votaron y el voto contó en el país del cono sur, mi sensei Andrés–, diserta el fiel asesor.

–Por otro laredo, también quiero decirte que, si necesitas una aspirina, un mejoral, un vaporub , un desenfriol, o hasta una pastilla azul, ya puedes ir a mi Farmacia en el Estado de México, está bien grandota. Ahí, hay de todo, hasta guantes de béisbol, sobres amarillos, gasolina de Dos Bocas, refacciones de mi Aerolínea mexicana “verde olivo”, hojas de coca para la presión... ¡hay de tocho morocho!; bueno, hasta boletas electorales, por si faltan en las casillas el próximo domingo 2 de junio del 24'. Ya ves, miles y millones de centavos, se los comió 5 Bocas y más–, esboza un presidente bananero tropical.

–No, que hit mi Señor, un triple. Bueno, tomaré el tren aquí en Nacajuca, pue’ por decreto ya los de carga pueden cargar pasajeros, para llegar a la Farmaciota y comprar mi despensa de analgésicos, ¡y a revender, en los pueblos!, hacerme rico sin trabajar (como Don Catarrín Valencia), ja ja ja ja ja –, vocifera el Choco, en un tren tripulado por los Mélicos; silba a los lejos, entonando un corrido de la revolución: ... adiós mi ríelera ya se va tu Choco Juan…

Caminando por la izquierda: Presidente, aguas, se te va el avión y ¡también el tren!