Violencia imparable en Veracruz

La violencia en Veracruz sigue siendo un problema grave e imparable en este 2025, afectando de manera crítica a la seguridad de la población. Los veracruzanos viven en un ambiente de miedo e inseguridad, exigiendo al gobierno que muestre voluntad y capacidad para acabar con este flagelo.

Hechos como la cabeza humana en Coatepec y la muerte de la maestra taxista sexagenaria a manos de sicarios en Álamo, preocupan y estremecen a la sociedad que observa que la violencia crece sin control. Reguero de cadáveres en el norte del estado, cuerpos desmembrados, fosas clandestinas ataques armados como el de Tuzamapan que nuevamente deja dos muertos y varios heridos; homicidio de conocido y apreciado ganadero de Xico, balaceras y más. Ya es insostenible.

En Coatepec, el pasado lunes por la noche, en la colonia Las Hayas, se suscitó una balacera, lo que provocó un operativo de seguridad en la zona. Asalto en la segunda calle de Melchor Ocampo, a una cuadra del palacio municipal, donde una agencia del programa “Compartamos” fue asaltada llevándose una suma considerable de dinero, sin que los delincuentes fueran ubicados.

La lista de personas desaparecidas, de acuerdo a las fichas publicadas por la Comisión Estatal de Búsqueda de la FGE, sigue aumentando de manera preocupante. Robos en fraccionamientos, extorsiones, pleitos, venta de drogas, etc., revelan un ambiente tenso y de inseguridad en zonas urbanas y rurales.

Las famosas mesas por la paz y los operativos policiales, se quedan como proyectos y buenas intenciones sin que los delitos disminuyan en la práctica.

Veracruz enfrenta así un escenario crítico en el que la violencia se mantiene imparable, con retos enormes para el gobierno para garantizar la paz y la seguridad. Estos niveles de violencia han generado demandas y exigencias de la sociedad hacia las autoridades, especialmente a la gobernadora Rocío Nahle para implementar medidas urgentes que reduzcan la inseguridad y atiendan las causas estructurales de este problema persistente.