

4 de octubre.- Día Mundial de los Animales
Este día promueve la conservación y respeto de todas las especies animales y su bienestar. Una fecha impulsada por la Organización...
En reciente visita, por segunda ocasión, a la Casa de la Cultura de Coatepec del actor Ricardo Silva, argentino radicado en México, desde que encontró la oportunidad de consolidar su carrera en México en la industria del entretenimiento en televisión, cine y teatro.
Al recorrer la casona ubicada en el corazón del pueblo mágico coatepecano el visitante se percató de una muestra fotográfica donde la imagen del político coatepecano acompañaba a diversos funcionarios.
La imagen de un hombre elegantemente vestido sentado en alguna biblioteca con sus brazos descansados en un cómodo sillón.
Llegó la pregunta ¿quién es él? “Un hombre que se destacó en el servicio público”.
La sede del centro cultural en una amplia y hermosa mansión que fue indicador de la opulencia en la que la familia gozó las habitaciones, disfrutó el mobiliario, la loza, la platería, los decorados que en algún momento desapareció debido a la rapiña, oficial de quien, con recurso público, adquirió la propiedad para destinarla muchos años después a actividades de índole cultural conducidas por el Instituto Veracruzano de la Cultura.
Los espacios de la casona siguen disponibles para la formación en las bellas artes, los amplios corredores dispuestos para exponer fotos, pinturas, esculturas y salas para el fomento a la lectura y a la creación literaria.
Una oportunidad para consolidar una institución que multiplique el fomento y la práctica cultural.
La sede del Centro de Cultura en nuestra ciudad, rincón veracruzano, ha alojado entre sus paredes a comercios, un banco, una librería, aulas para impartir clases de pintura, dibujo, danza, corredores para servir banquetes, impartir conferencias, ciclos de cine, exposiciones pictóricas.
La invitación permanente a descubrir y participar en algunas de las actividades programadas en su interior.
REFLEXIÓN CIUDADANA
El pasado mes de marzo, don Eduardo Aranda vecino de la comunidad de Mariano Escobedo, un rincón coatepecano ubicado en la antigua carretera a Xalapa, vía Briones, nos mostró en las redes sociales el despojo que entidades gubernamentales xalapeñas cometieron un desvío del curso del río Pixquiac en territorio coatepecano, una invasión que se traduce en modificar el vital líquido y condenarnos a una sequía lenta y dramática.
El inicio de un conflicto social aún inadvertido por los paladines de la cuarta transformación metropolitana, una llamada de alerta, los elementos responsables, la ecuación hidrológica deberá ser resuelta.
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