El Congreso federal aprobó el paquete fiscal más agresivo de los últimos años. Entre los cambios más polémicos destacan los incrementos a cigarros, refrescos, apuestas y videojuegos.
Cigarros: El impuesto pasará del 160% al 200%. Cada cajetilla de 20 unidades tendrá una cuota fija de $17.03 pesos, más el porcentaje sobre el precio final. Para 2030, cada cigarro pagará más de un peso en impuestos.
Refrescos y bebidas azucaradas: El impuesto casi se duplicará: de $1.64 a $3.08 pesos por litro, un incremento del 87%. La medida incluye refrescos light, bebidas con edulcorantes, polvos y jarabes. México sigue siendo uno de los mayores consumidores del mundo, con 166 litros per cápita al año.
Videojuegos con contenido violento: Por primera vez pagarán un 8% de impuesto especial. Se aplicará a ventas físicas, descargas digitales, membresías y compras dentro de plataformas. El SAT podrá bloquear el acceso a servicios que no cumplan con la nueva disposición.
Apuestas y sorteos: Suben del 30% al 50% de impuesto, tanto en casinos físicos como en plataformas en línea.
Otros aumentos relevantes: Productos con nicotina: +100%; Permiso de turista: de $294 a $983 pesos; Entrada a Chichén Itzá: de $80 a $104 pesos; Certificados zoosanitarios: $899 pesos.
Impacto fiscal: La Secretaría de Hacienda estima recaudar 42 mil millones de pesos adicionales con estas medidas. El gobierno sostiene que busca fomentar hábitos más saludables, pero críticos advierten que los recursos no están destinados al sector salud y que los consumidores absorberán el costo, no las grandes empresas.
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