top of page

Cafeteando J. C. Krausse

Un ganso desplumado

En la histeria, sin hacer historia, el Pánfilo Ganso de la 4ª Deformación, colérico arremetía contra sus adversarios de traidores, vende patrias, conservadores, los denostaba, su iniciativa de luz había sido apagada y fundida en el congreso, al no alcanzarle los números para modificar la Carta Magna Constitucional... es la primera derrota legislativa, para el pejismo, que es un espejismo.

“Toc, toc, toc”, se escucha en la oficina del Palacio imperial. “¿Quién pregunta?”, dice el iluminado Tlatoani, “soy su fiel servidor”, contesta el Choco. “Pasa mi leal amigo”, responde el que cumple el mandato presidencial. “El domingo de Palmas, solo recibí la mitad de los aplausos, de 30 millones a 15 y el día de mi resurrección, del alumbramiento para este país, de la lámpara que tendría que hacer ver a mi imperio, porque soy la luz del mundo mundial del valle de Anáhuac, unos diputados entreguistas le bajan al switch y solo tinieblas y oscuridad, ni cera para mis velas, para leer las historietas de mi gestión gubernamental…”, dicta el Moisés del Estado del Edén...

“Calma mi Sr. tenemos que hacer una ruta crítica; mire, la salida es que suba las tarifas de luz al consumidor y en las mañaneras le eche la culpa a la oposición, que ellos son los responsables por no aprobar su ley eléctrica; con Biden se lava las manos como Poncio Pilatos usted cumplió, la cámara baja la voto en contra”, le aconseja un autodidacta Choco.

“¡Excelente, excelente, excelente!, perdiendo gano, di una mentira mil veces y ¡se hace verdad!, y seguimos requetebién”, exclama un ¡Andrés Manuel López de Santana Anna!

Un Choco requetecontento, sale del Palacio Nacional, sabe que sus asesorías son de gran calado y de altas miras, se mete a una cantina, de nombre “Hágase la luz” si trae luz y un fiel funcionario ya con sus farolazos encima, brinda con los parroquianos del lugar, y entonando una melodía del flaco Agustín Lara, canta: “…farolito que alumbras apenas mi calle desierta, cuántas veces serán que la cámara nos cierre las puertas, sin llevarle más que una canción un pedazo de mi corazón, sin llevarle más nada que sueños espejismo traviesos amargos y dulzón...”.

Caminando por la izquierda: ¡El águila dejo sin plumas a mi ganso!


ree

Comentarios


    bottom of page