AMIGOS PEQUEÑOS

Por Alexa Pozos

Hola… a partir de esta edición, dedicaremos una pequeña sección quincenal a nuestros “Amigos Pequeños”, esos animalitos que tenemos cerca, pero que sabemos poco de ellos. Muchos de esos amiguitos nos sorprenden por la aportación que hacen al medio ambiente y a la humanidad, por lo que tenemos que verlos con respeto. Empezamos con…

Las ardillas.-

Las ardillas son animales conocidos por todos, son de tamaño pequeño de entre 38 a 45 cm de longitud, están formados por más de 80 huesos. Los cuatro dientes frontales (2 arriba y 2 abajo) de las ardillas nunca dejan de crecer, por lo que no se desgastan. Las ardillas de los árboles son las más conocidas. Suelen verse correteando con mucha gracia y saltando de rama en rama.

A pesar de ser expertas escaladoras, suelen bajar al suelo para buscar alimento como frutos secos, bellotas, bayas y flores. También comen corteza, huevos o pájaros pequeños. Muchas especies consumen principalmente frutos y semillas de árboles con alto contenido energético, y complementan su dieta con hongos, brotes, flores, corteza, yemas, líquenes, savia de árboles, insectos, huevos de aves y, en algunas ocasiones serpientes y aves pequeñas o polluelos.

Estos animalitos son muy importantes, ya que al excavar para esconder su comida, introducen la materia orgánica al subsuelo, permiten la aireación e infiltración de agua, lo cual permite un intercambio de agua y nutrientes. Además son sembradoras naturales de semillas de árboles y también dispersan esporas de hongos que ayudan a otras especies de vegetales a crecer, ayudando así al ecosistema.

Actualmente casi son domésticas. Podemos apreciarlas en el parque de Coatepec, donde son la delicia de los niños. Sin embargo hay que recordar que no se les debe alimentar con ‘fritangas’, ellas comen semillas.

La esperanza de vida de una ardilla es de entre 6 a 7 años.