In natura veritas.- En la naturaleza está la verdad…
Más vale prevenir
Muy lamentable la noticia del deceso de una persona a causa de la caída de un rayo en una tempestad. Este hecho sucedió en el campo deportivo de La Laguna, donde se jugaba un encuentro de béisbol y la gente había acudido a presenciarlo.
El occiso era jugador de uno de los equipos y falleció al instante, cuando el rayo cayó en el campo deportivo, lesionando a otras tres personas más. A pesar de que se le brindó auxilio de inmediato, ya nada se pudo hacer.
Dos semanas después, sucede exactamente lo mismo en el campo deportivo de Cosautlán, donde un futbolista también fue víctima de la caída de un rayo durante una tormenta. El afectado murió al instante tras la inmensa descarga eléctrica.
Estos acontecimientos nos deben dejar, por lo menos, dos lecciones muy claras que debemos acatar. Una, es que nadie se debe exponer a la intemperie cuando hay tormenta. Desde la escuela nos enseñaron que no nos debemos refugiar bajo algún árbol pues son pararrayos naturales. Por regla, los juegos deben suspenderse en cuanto empiece a llover para evitar tragedias.
Un cuerpo mojado es un buen conductor de electricidad y el rayo, es cuando se juntan los dos polos naturales y hacen contacto: el negativo de la tierra y el positivo de la atmósfera.
La segunda lección que debemos entender es que hemos dañado a la naturaleza al grado de que el clima ha cambiado mucho. La deforestación y la contaminación han generado que el clima se haga más extremo. Calores más fuertes, lluvias más intensas y frío más extremo. Cambios de clima en tiempo récord que no se pueden predecir, como pasó en Acapulco el año pasado.
Los gobiernos deben actuar para mitigar dichos daños, pero los vemos omisos, indiferentes. Así que de manera individual tomemos las medidas necesarias: separemos la basura, ahorremos agua y tomemos medidas precautorias ante cualquier fenómeno de la naturaleza.
Recta final de campañas
Mayo es el último mes de campañas, de quienes aspira a un cargo de elección popular. Las campañas federales, -Presidencia, Senado y Diputaciones federales-, tuvieron tres meses de campaña; iniciaron en marzo. La local, para gobernador, inició en abril, es decir, tienen sesenta días para recorrer el estado; y, finamente, los candidatos a diputados locales solo cuentan con treinta días para recorrer su distrito.
La elección concurrente, es decir, de elecciones federales y locales, es el 2 de junio, debiendo concluir las campañas el miércoles 29 de mayo a media noche. Hasta entonces, todos los candidatos pueden hacer proselitismo y tratar de convencer al electorado de que vote por ellos.
El fin de semana anterior pudimos ver los debates, que marca la ley electoral, entre contendientes. Un ejercicio democrático que nos permite conocer el carácter, la templanza, el arraigo y el conocimiento de la problemática de cada uno.
El sábado fue el debate entre candidatos a gobernador y el domingo entre los presidenciales. Cada quien tiene su apreciación, respetable; cada quien podrá sacar sus propias conclusiones, aceptable. Sin embargo, de acuerdo a prestigiadas casas encuestadoras, se movieron las preferencias electorales y se modificaron las encuestas. Cierto: las elecciones no se ganan con debates, ni con encuestas, pero sí son un referente del sentir ciudadano que, en muchos casos, reflejan la realidad de la votación.
*** Mientras tanto, le sugerimos que observe con frialdad el proceso electoral, sin apasionamientos; analice propuestas y candidatos, no se pelee con nadie, respete las opiniones o preferencias diferentes. El proceso electoral termina en junio. Independientemente de quién gane, México debe seguir adelante. Solo le dejo una reflexión: quienquiera que gane la Presidencia de la República o la elección de gobernador, no debe contar con mayoría calificada en su respectivo Congreso. Ese equilibrio o contrapeso evita y evitará que se dañe al país o al estado, y que se destruyan instituciones…
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