Historia magistra vitae et testis temporum.- La historia es maestra de la vida y testigo de los tiempos…
Tiempos políticos
Para muchos, intolerables; para otros, necesarios. Son tiempos de campañas políticas y en todos lados vemos propaganda: vehículos, bardas, casas, espectaculares, en radio, en televisión en medios de comunicación digitales y en redes sociales; donde se puede. Se trata de posicionar la imagen del candidato que quiere llegar a un cargo de elección popular.
La meta es el 2 de junio. Desde hace dos meses, oficialmente, y desde hace muchos años indebidamente, las campañas están al aire. En marzo las federales, en abril la de gobernador y en mayo la de diputados locales.
Además, este fin de semana es de debates. El sábado es el de los candidatos a gobernador por Veracruz y el domingo el de los candidatos a la presidencia de la República. El primero es muy esperado por la polémica que se ha desatado en torno a la señora de Zacatecas que quiere gobernar Veracruz, a la que se le han exhibido propiedades y cuantiosas cuentas bancarias, todo documentado. Todos esperamos verla defendiéndose y salir airosa mostrando pruebas de que la prensa, sus detractores, la oposición y sus contendientes, son unos chismosos.
En este escaparate público, en esta tribuna política, en este foro social, si la señora no presenta pruebas convincentes sobre por qué no concluyó Dos Bocas, a dónde se fue el dinero, por qué dio concesiones de más de 100 gasolineras de manera discrecional, las mansiones o los cinco millones de dólares en paraísos fiscales como Bahamas e Islas Vírgenes; será como creerle a aquel que rifó un avión, sin entregar el premio y que, además, dicho avión era rentado.
Así son los tiempos políticos, una encarnizada guerra sucia sin cuartel, todo por llegar al poder a como dé lugar. Hasta comprando votos y conciencias.
Diputaciones locales
Cuando se dieron a conocer los candidatos de “Sigamos Haciendo Historia” alianza integrada por Morena PT y Verde, llamó mucho la atención que por Coatepec, nuevamente, le dieran mano al PT, como en la anterior elección.
La vez pasada nos impusieron a un imberbe jovenzuelo cuyo único mérito era ser “amiguito” del gobernador. Así lo manifestó en una entrevista que le hicimos. Y los resultados están a la vista. Lo que se ve no se cuestiona. Nunca visitó el distrito, nunca atendió a grupos representativos, nunca subió a tribuna, nunca hizo alguna propuesta ni presentó iniciativa alguna. Nada es nada. Absurda, ridícula y denigrante actuación de solo levantar el dedo de este diputadete inútil.
Nuevamente, el PT nos manda a un candidato oriundo de Nuevo León, que lo que menos le interesa es atender al distrito. Compite por las dos vías: la uninominal y la plurinominal; pues va en la posición uno del PT, por lo que sin duda será diputado local aunque nadie vote por él. Dejó sin posibilidad de competir a morenistas coatepecanos con méritos, a los que su partido no les reconoce ni su trabajo ni su trayectoria. Vergonzoso, la verdad.
*** De por sí poco humilde y menos sencillo, lejano a la gente e indiferente al municipio que lo adoptó, el senador suplente, Ernesto Pérez Astorga, se ha dedicado a hacer campaña apoyando a la señora zacatecana, dejando de lado sus funciones como Senador de la República. Esta semana fue exhibido por diversos medios de comunicación por hacer un ridículo público, al balbucear tartamudeando, tratando de defenderla, que “es más grave ser zacatecano que violador de niños”. Poco o nada ha hecho este señor por Coatepec, por lo que poco o nada se le tiene que agradecer o reconocer, de no ser por aprobar, dócilmente y sin discusión, las iniciativas que le ordenan desde palacio.
*** Diversas festividades en puerta; mayo es generoso en celebraciones, esta semana tenemos: la fiesta de Mahuixtlán, el Día del Niño, el Día del Trabajo, el Día de la Santa Cruz, etc., y más adelante el 5 de mayo, el Día de las Madres y del Maestro. Solo el 1 de mayo es de asueto, es decir de descanso obligatorio, el cual es el único día en la Ley Federal del Trabajo que no se corre al lunes para hacer un fin de semana largo, sino que se celebra el mero día, sin importar en cuál caiga.
