En su conferencia matutina del miércoles 19 de marzo, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, admitió públicamente las fallas existentes en la plataforma de registro y búsqueda de personas desaparecidas. Esta admisión llega en un momento crítico, luego del reciente descubrimiento de un presunto campo de exterminio en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, que ha sacudido al país y ha puesto nuevamente en el centro del debate nacional el problema de las desapariciones.
El hallazgo en Teuchitlán, que incluyó cientos de objetos personales y restos humanos, ha generado un gran impacto mediático y social. En respuesta, Sheinbaum anunció seis acciones inmediatas para abordar el delito de desaparición, con el objetivo de mejorar la coordinación entre las autoridades y fortalecer los mecanismos de búsqueda y localización de personas desaparecidas.
La Presidenta destacó que la plataforma vigente no está actualizada y enfrenta numerosos problemas, lo que ha generado críticas de los colectivos de búsqueda y familiares de desaparecidos. Aunque no se ha definido aún si las propuestas de reforma se enviarán a la Cámara de Diputados o al Senado, Sheinbaum mencionó que probablemente se presentarán ante el Senado.
El objetivo principal es fortalecer la plataforma y los mecanismos de búsqueda, asegurando que las Fiscalías estatales contribuyan efectivamente con la Fiscalía General de la República y las Comisiones de Búsqueda de los estados. Esto incluye la creación de una base nacional única de información forense, la implementación de una plataforma nacional para la identificación de personas desaparecidas, y el fortalecimiento de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, que asiste a las familias en su búsqueda.
Aunque las medidas anunciadas por Sheinbaum han sido bien recibidas por algunos sectores, otros han expresado su escepticismo, señalando que algunas de estas propuestas ya existen en la ley, pero no se han implementado adecuadamente. Los colectivos de búsqueda han recordado que la falta de voluntad política y recursos ha sido un obstáculo persistente en la búsqueda de justicia para las víctimas y sus familias.
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