El palacio municipal de Coatepec, es sede del gobierno en turno y el asiento de todas las áreas y direcciones que son parte de la estructura municipal. Por ello cientos de personas, locales y de fuera, acuden diariamente por la necesidad de realizar trámites, pagos o gestiones. En su opinión: “el palacio es un desorden”.
Diversos ciudadanos que han acudido, sobre todo al área de Tesorería, que es la más visitada, pero también se encuentra la Secretaría de Hacienda Estatal, donde se realizan diversos trámites, sobre todo de vehículos, además de Catastro; coinciden en señalar que invariablemente distintos espacios del palacio, sobre todo pasillos, se encuentran ocupados con “trebejos” o muebles en desuso.
“Desde la entrada lateral, la que está sobre Lerdo, se nos recibe con tambos de basura, lo cual es entendible por la operación de limpia pública, pero además se aprecian diferentes objetos estorbosos que dan la bienvenida al visitante”.
La familia de unos contrayentes, observaron que “En la zona del, inservible y olvidado elevador, está llena de basura y objetos estropeados. En pasillos y rincones se pueden apreciar cosas que no deberían estar ahí y que le dan una pésima imagen a este bello edificio”.
“Quienes tiene necesidad de subir a las Regidurías, Secretaría, Presidencia, Obras Públicas, etc., subiendo al segundo piso del palacio, en ambos espacios laterales de las escaleras se encuentran llenos de muebles en desuso, trebejos y objetos inservibles que convierten esas áreas en un verdadero basurero”. Manifestaron.
Sin contar que, lo que alguna vez fue un elegante auditorio donde se realizaban eventos políticos, artísticos y culturales, ahora está convertido en una bodega sucia llena de trebejos y cosas inservibles.
Luego de estos reportes, Semanario ESPRESSO envió a su personal a constatar dicha información, corroborando, lamentablemente, que efectivamente lo dicho es verdad. La imagen del palacio municipal, para todos quienes tienen la necesidad de visitarlo para hacer algún trámite, lo primero que perciben es el desorden y el descuido en que se encuentra este edificio histórico. Lo que se ve no se cuestiona.
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