“Los fines de semana, las patrullas de la Policía Estatal en Xalapa, se dedican a detener vehículos sin motivo justificado, lo cual la ley no lo permite; y por el mínimo pretexto, como no traer licencia o identificación, detienen al conductor y se lo llevan preso a San José, como si fuera delincuente, y el vehículo se va al corralón, que es empresa privada de grúas, donde cobran cantidades injustificadas”, refiere el afectado.
Este reporte, por escrito a Semanario ESPRESSO, lo realiza un comerciante de productos agrícolas, debidamente identificado, que viene de Puebla, y que sufrió la inseguridad y los abusos que brinda la Policía Estatal de Veracruz.
Con coraje e impotencia, narra que vino a Coatepec a vender el sábado pasado, 12 de agosto, y lo haría también al día siguiente en Xalapa. Por la noche, se hospedó en un hotel cerca del teatro del estado, pero salió a comprar algunas cosas a una tienda de conveniencia. Cerca de esa tienda, una camioneta de la policía estatal le hace una señal para que se detenga, lo cual hizo; y le dijeron que lo iban a revisar. Le pidieron licencia, la cual no traía. Por ese motivo lo detuvieron, como delincuente, llevándolo a los separos, y su coche, al corralón, sin usar grúa; es decir, no hubo arrastre. Estuvo detenido en San José, sin haber cometido ningún delito, y lo liberaron en la madrugada, cobrándole una multa de trecientos pesos.
Pero además de eso, y ahí está lo grave, al preguntar por su coche, dijeron que estaba en el corralón, pero que ahí debía pagar los derechos de liberación; sin que el vehículo, tampoco, incurriera en ninguna falta. Además, estaba en la policía, no en tránsito. Le dijeron que como ya era domingo, de madrugada, los trámites se harían el lunes, pero: “Que llegara temprano porque había como 300 vehículos en la misma situación”. Es decir, a eso se dedica la policía, a mandar clientes a las grúas. También se enteró que detuvieron a un taxista, con su coche, por llevar unos ebrios.
Le pedían dos mil pesos para liberarlo pero, finamente, le aceptaron mil quinientos. Pero, al llegar a las grúas, sin excusa, ni pretexto, ni discusión, le cobraron tres mil novecientos pesos para darle su vehículo. Al revisar su vehículo, se percató que habían robado todas sus pertenencias, como celular y dinero en efectivo. Total complicidad y contubernio.
Sin contar, en esta odisea, que el quejoso venía solo, con el poco dinero de las ventas, casi sin conocidos y sin conocer la ciudad. Afortunadamente recibió apoyo y pudo solventar esta amarga experiencia, que abona al desprestigio de las instituciones veracruzanas. La inseguridad desbordada y la policía, atracando.
El ciudadano puede sacar sus propias conclusiones. Las autoridades, que deberían estar para proteger al ciudadano, son quienes lo asaltan. La policía, coludida con empresa de grúas que son privadas y propiedad de funcionarios del gobierno, literalmente cazan y asaltan a conductores, sobre todo los fines de semana por la noche, para convertirlos en clientes y contribuyentes, de mucho dinero, a funcionarios del gobierno del estado. Total abuso de autoridad. Así las cosas en Veracruz.
Con lo único que podemos concluir, es hacer esta recomendación: “Cuídese de la policía, porque los hechos demuestran que, en lugar de cuidar, están para atracar”.
Comentarios