Esta conmemoración tiene su origen en una manifestación que tuvo lugar en París en 1987, donde más de 100,000 personas se reunieron en la Plaza del Trocadero para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre.
Durante este evento, se proclamó que la pobreza es una violación de los derechos humanos y se hizo un llamado a la acción global para erradicarla.
Esta fecha es crucial para reflexionar sobre las causas estructurales de la pobreza y la necesidad de un enfoque sistemático para abordar este problema. En un contexto donde millones de personas aún viven en condiciones de pobreza extrema, este día sirve como un recordatorio de la importancia de la dignidad y los derechos humanos en la lucha contra la pobreza.
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