Esta fecha conmemora el nacimiento de Mikao Usui en 1865, considerado el padre y descubridor moderno del Reiki. Usui desarrolló esta técnica basada en la canalización y transferencia de energía universal (Rei) y energía vital o fuerza de vida (Ki), combinándolas para restaurar el equilibrio energético del cuerpo y promover la autosanación.
Su legado dio origen a una práctica que hoy se extiende globalmente. El Reiki es una terapia energética que utiliza la imposición de manos para transmitir energía universal al receptor, desbloqueando los centros energéticos (chakras) y liberando tensiones o bloqueos. Se basa en la idea de que la fuerza vital universal puede equilibrar y mejorar la salud física, mental y emocional.
No es un sustituto de la medicina convencional, sino una terapia complementaria que puede ayudar a aliviar estrés, ansiedad, dolores físicos, y promover un estado de bienestar general. Entre los beneficios más destacados están la reducción del estrés y la ansiedad, alivio del dolor, mejora del sueño, aumento de energía, mayor claridad mental y equilibrio emocional. También puede apoyar en la recuperación de diferentes condiciones como migrañas, dolores menstruales, y fortalecer el sistema inmune.
El Día Mundial del Reiki es una ocasión para valorar esta tradición milenaria que ha encontrado relevancia en la actualidad como una forma de sanación holística y espiritual que contribuye al equilibrio integral de las personas.
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